FILTROS DE ACERO INOXIDABLE

Se utilizan donde las condiciones de operación (temperatura, presión, pH) impiden el uso de elementos más económicos (papel, profundidad) o donde se desa un cartucho permanente lavable de duración prácticamente indefinida (dependerá del cuidado al efectuar las limpiezas periódicas).

La malla actúa como un tamiz reteniendo aquellas partículas que son mayores que la luz entre sus hilos.

 
Se pueden usar mallas cuya luz varía desde varios milímetros hasta 12 micrones.

Las mallas pueden clasificarse entre mallas comunes donde los dos hilos son del mismo espesor y la disposición es simple (lisa o asargada) y las reps donde los alambres no son del mismo espesor y la trama es compleja lo que brinda condiciones superiores de resistencia mecánica e indeformabilidad (importante para el lavado).

Sugerimos utilizar reps donese pueda, pero no siempre es posible conseguir el micronaje requerido.

En esos casos recomendamos utilizar telas simples soportadas por una tela más gruesa para darle mayor resistencia al conjunto.
 
Es usual que tanto en los cartuchos cilíndricos como plisados se coloque una malla de refuerzo interior. Una ventaja de las mallas metálicas es su propiedad para ser plegadas lográndose altas superficies filtrantes en volúmenes reducidos, pero esta ventaja se ve reducida si el líquido a filtrar es pegajoso, viscoso o de defícil lavado por lo que en esos casos se suelen usar cartuchos cilíndricos de menor superficie.

Si las condiciones de aspiración son extremas conviene prestar atención al sellador adhesivo que une las tapas a la tela.

Usualmente son epoxi, pero si la temperatura supera los 100º C por ejemplo, se debe usar estaño fundido.

Dado que somos fabricantes ofrecemos la más amplia gama de opciones en cartuchos y tubos filtrantes para reponer sus filtros en uso sin obligarlo a realizar nuevamente el gasto en carcazas.